1.- Afección posterior al COVID-19
Denominada oficialmente como tal por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y comúnmente como COVID prolongada, es la continuación y/o desarrollo de nuevos síntomas en los tres meses siguientes a la infección inicial por SARS-CoV-2. Los síntomas más comunes1 incluyen fatiga, dificultad respiratoria y disfunción cognitiva.
2.- Periodo de COVID prolongada
La evidencia actual sugiere que aproximadamente entre el 10% y el 20% de las personas que han tenido el virus lo han padecido, y dura al menos dos meses, sin que ninguna otra enfermedad pueda causarlo.1
3.- Cifras de pacientes con COVID prolongada
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó un total de 18,568 pacientes con COVID prolongada en 2022, los cuales fueron tendidos por los Servicios de Medicina Física y Rehabilitación como padecimiento posterior a la COVID-19.2
4.- Efectos de COVID prolongada.-
La afección COVID-19 prolongada puede mermar la capacidad de una persona para realizar actividades cotidianas de trabajo o tareas domésticas.3 En caso de que se desarrolle algún síntoma tras la infección por COVID-19, debe buscarse atención médica e iniciar un plan de cuidados. Lo más frecuente es que las personas que experimentan síntomas de COVID-19 prolongada mejoren con el tiempo.4
5.- Recomendaciones para la COVID prolongada
La OMS recomienda una serie de medidas sencillas y de eficacia probada para protegerse contra la COVID prolongada:
• Vacunarse contra la COVID-19.
• Utilizar mascarillas en lugares concurridos.
• Lavarse las manos con regularidad.
• Seguir la etiqueta del estornudo.
• Asegurar una buena ventilación de los espacios interiores.