El Elefante de la Riqueza

Cuentan que en un pueblo lejano, donde la gente vivía con poco y soñaba en silencio, apareció un elefante.

No era como los demás: sus ojos brillaban con sabiduría, y donde pisaba, florecía la tierra.

Un anciano lo miró y dijo: Este no es un animal cualquiera. Este es el Elefante de la Riqueza.

Pero el elefante no traía oro ni diamantes. Solo caminaba despacio, sin hablar. Muchos lo seguían, esperando regalos. Pero él no dejaba nada. Hasta que, un día, una joven se le acercó y preguntó: 

¿Qué debo hacer para que me des riqueza?

El elefante la miró con calma y respondió: 

La riqueza no se da. Se despierta.

¿Cómo?.. Preguntó ella.

Con tres llaves: claridad, valor y acción.

Quien sepa lo que quiere, se atreva a buscarlo, y dé el primer paso, tendrá más riqueza de la que puede imaginar.

La joven se fue caminando con una sonrisa. 

El elefante siguió su viaje. 

Y desde entonces, en cada lugar donde pasa, alguien cambia su destino. Porque no regala fortuna, el despierta el poder de crearla.