El poder de liberarte del odio

El odio es un veneno que no afecta a la persona a quien va dirigido, sino a quien lo carga. 

Cada vez que permites que este sentimiento tome control de tus pensamientos, entregas tu paz y tu energía. 

Es como sostener una brasa ardiente con la intención de lanzarla, pero quien realmente se quema eres tú.

Odiar es otorgar poder a alguien más sobre tu vida.

Es permitir que sus acciones o su recuerdo dominen tu mente y definan tu estado emocional. 

Cuando comprendes que el odio no es más que una prisión auto impuesta, das el primer paso hacia tu libertad. 

La verdadera fuerza está en soltar, en entender que la paz interior siempre será más valiosa que cualquier batalla emocional. 

Porque al dejar ir el odio, recuperas el control de tu historia y te liberas de las cadenas que te atan al pasado.