Fuente: Redacción FUSIÓN/ Agencias Fecha: 14 de julio 2025, 12:10 PM
¿Te ha pasado que después de tantas terapias, talleres, cursos, caminos… Sientes que sigues sin llegar a ti?
Que has llorado memorias, recitado decretos, abrazado tu sombra, pero aún hay un silencio… Una especie de eco dentro del pecho que susurra: “Falta algo.”
Y no, no es falta de fe.
Has creído, has orado, has confiado.
Y sin embargo, ese hueco sigue ahí…
Como si algo dentro de ti aún no bajara completamente a la Tierra.
Entonces te dicen que es tu ego.
Que sigues en la mente.
Que no te has rendido del todo.
Y tú te preguntas:
¿Pero qué más tengo que soltar? ¿Qué más tengo que romperme?
Y quizás, ahí está la respuesta:
No necesitas romperte más.
No necesitas seguir buscando el punto exacto donde lo entendiste mal.
Tal vez lo que duele no es que no entiendes, sino que ya no confías en ti para sentir que ya eres.
No eres el hueco.
Eres el espacio donde el alma se sigue gestando.
Eres el templo que aún está aprendiendo a habitarse con presencia.
Tal vez ese vacío que sientes
no es carencia…
sino el eco sagrado del alma llamándote de regreso.
No para que sigas buscando.
Sino para que te detengas, inhales profundo,
y recuerdes que tú no viniste a encontrar algo.
Viniste a encontrarte a ti.
Y tú no estás perdid@
Solo estás volviendo.
Y el regreso duele.
Porque implica dejar de huir, de correr, de hacer…
Y comenzar a habitarte, incluso cuando no entiendas nada.
Solo por hoy .
Con amor conversando con los ángeles
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