La gestación de la vaca dura una media de 283 días, aunque puede adelantarse o retrasarse unos 10 días dentro de la normalidad. Es decir, lo normal es que dure algo más de 9 meses.
La gestación se inicia en el momento de la concepción, cuando un espermatozoide del toro fecunda un ovocito de la vaca en el momento óptimo después de la ovulación. En ese momento se producen las primeras divisiones del futuro embrión, que en esa fase comienza siendo un cúmulo de células que se dividen. Más adelante se implanta y se forma la placenta, que nutre al embrión y después al feto que se desarrollará en un ternero que nace al final de la gestación. El proceso de la gestación se mantiene gracias a la secreción de hormonas, en especial la progesterona
conseguir un parto por vaca y año para mantener una óptima rentabilidad. La gestación de la vaca, que termina con el parto, es una de las fases más importantes del ciclo productivo de las explotaciones lecheras, ya que supone el inicio de la nueva lactación y el nacimiento de los terneros, que se destinan a cebo o a la recría.