¡No culpes a la edad!, Conoce los mitos del infarto

Si bien los problemas del corazón pueden relacionarse con la calidad de vida de las personas, y los buenos o malos hábitos pueden marcar la diferencia.

Hay algunos mitos sobre lo que provoca un infarto, checa aquí los más comunes:
 
Los mitos más comunes de lo que provoca un infarto son:
 
1. "El estrés provoca infarto"
 
Esto es falso, el estrés puede reflejarse físicamente y puede ser el desencadenante de un infarto, pero no necesariamente lo provoca.
 
Un infarto es provocado por una arteriosclerosis, es decir, cuando se da una interrupción en el flujo sanguíneo de las arterias.
 
Aunque el estrés desencadena los eventos coronarios está menos claro que el estrés cause dichos eventos”, según los estudios realizados por la Universidad de California.
 
Algunos factores que sí pueden provocar un infarto son: el tabaco, el sobrepeso, el colesterol alto, la hipertensión y ausencia de actividad física.
 
2. "Solamente las personas mayores sufren de infartos"
 
Esto no es verdad. Los infartos no dependen de la edad, dependen de las fallas cardiacas y muchas veces pueden ser hereditarias.
 
De acuerdo con un estudio realizado por Resoruces of Cardiovascular and Stroke Clinicians and Scientists, la mayoría de los infartos en niños y adolescentes son provocados por un problema de herencia.
 
Así mismo, un alto porcentaje de esos niños tienen problemas cardiovasculares debido a una mal formación congénita
 
3. "Entre más joven menos posibilidades de morir un infarto"
 
Otro de los mitos de los infartos es; que la juventud puede salvarte de la muerte a causa de un infarto.
 
Esto es falso, al contrario, entre más joven es más peligroso es sufrir un infarto, pues la hipertensión en personas jóvenes es más común hoy en día.
 
4. El dolor de pecho es sinónimo de infarto
 
Esto no es verdad, los infartos no presentan los mismos síntomas en todas las personas. 

Pues mientras lgunas personas no sienten dolor alguno,  otras tienen dificultades para respirar y otras sufren de mareos y nauseas, así que el dolor de pecho no necesariamente es sinónimo de infarto.
 
Es importante conocer los mitos de los infartos para no entrar en pánico y tampoco confundirlo con otra enfermedad.